Refacciones e interiorismo en un departamento en Cipolletti
“Cuando nos solicitan una reforma de un espacio existente, lo primero que vemos es como explotar al máximo ese ambiente, que realmente esos espacios se luzcan, resalten, sean funcionales y más que nada se aprovechen, para que cada m2 construido valga la pena”, agregan.
“Tratamos de ver y entender lo que se necesita particularmente en ese espacio, porque si somos distintos en cada momento, los espacios deben ser capaces de recibirnos y a veces porque no, desafiarnos. A veces un espacio se ve condicionado por elementos estructurales que parecen limitar los espacios interiores. Esto sucede cuando no fueron proyectados pensando integralmente el afuera y el adentro de una vivienda. En el caso de esta vivienda de Cipolletti la columna no terminó siendo un condicionante, todo lo contrario, fue la idea de partido para proyectar el diseño”, cuentan los profesionales a este medio.
Los integrantes de Arkiza lo primero que encontraron fue un espacio en este departamento de Cipolletti donde la estructura original del edificio dejaba implantada una partición en los espacios interiores de esta vivienda.
La cocina se distribuía en una disposición longitudinal y el resto del espacio comedor-estar quedaba en una situación de pasillo donde era complejo organizar los ámbitos.
Por ello propusieron un mueble multifuncional que no solo servía para organizar los espacios sino que le daba a la casa todos aquellos elementos necesarios para el uso cotidiano reunidos en un solo elemento: el mueble diseñado a medida.
“Abro la puerta de mi casa y se ve todo”
En esta vivienda de un barrio privado de la ciudad de Neuquén “nos encontramos con la problemática de un acceso mal resuelto donde se dejaba expuesta toda la privacidad de la familia para quien tocara la puerta de entrada. Al mismo tiempo había elementos sueltos que desconectaban y fragmentaban aún más los espacios que esta vivienda tenía.
Es así que “proyectamos unos elementos virtuales tipo paneles entreabiertos que sirven para contralar las visuales desde la entrada de la casa hacia la cocina y el comedor, pero que no obstaculizaban por completo la entrada de luz ni ventilación de los mismos. A su vez complementamos esta idea con todo el equipamiento diseñado a medida con una paleta de colores neutra y suave para que generaran más amplitud y calidez que una vivienda necesita”, afirma Eugenia Bravo, la diseñadora de interiores miembro del estudio Arkiza.
En ambos casos el lenguaje del equipamiento genera una conexión visual en estos nuevos lugares dándole no solo la ampliación que se necesitaba sino la calidez de un nuevo sector que cada casa requiere, lugares que se resolvieron con pequeños elementos y gestos a partir de intervenciones casi mínimas. El equipamiento hecho a medida la mayoría de las veces sirve para potenciar en un solo o pocos elementos, muchas necesidades que se generan en una vivienda – guardado, divisiones, elementos de uso con TV/audio-.
“Nos interesa generar proyectos que sean funcionales y flexibles (que se adapten a los cambios en el tiempo) y que tengan estímulos visuales tanto en exteriores como en interiores que enriquezcan la experiencia sensorial”, afirmaron los profesionales a este diario.
El estudio Arkiza se conformó en Neuquén en 2013 con la idea de abordar los proyectos de arquitectura y diseño desde una visión interdisciplinaria, principalmente pensándolos desde su conformación como un todo, pudiendo da respuesta a cada uno de los detalles constructivos y estéticos. Lo componen tres socios: los arquitectos Matías Laiolo y Viviana Dálesson y la diseñadora de interiores Eugenia Bravo.
El estudio hace proyectos de arquitectura e interiorismo de distintas escalas, tanto en Neuquén como en el resto de la Patagonia y el interior del país.
FB: arkiza.nqn
IG: arkiza.nqn
Fotos: Maju Franzán
Producción:
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